El 6 de diciembre, la Agencia Internacional de la Energía (IEA) publicó su análisis de 2022 sobre energías renovables, con un capítulo separado dedicado al hidrógeno titulado ¿En qué medida impulsará la producción de hidrógeno verde la demanda de nueva capacidad de energía renovable para 2027?
El aumento de financiación es clave
En la actualidad, la Comisión Europea y otros 25 países han anunciado planes que incluyen el hidrógeno como fuente de energía limpia, abriendo vías de financiación que están fomentado la creación de consorcios empresariales relacionados con la producción de hidrógeno verde.
En el periodo de 2022 a 2027, se calcula que unos 50 GW de potencia eléctrica renovable se dedicarán a la producción de hidrógeno en todo el mundo, lo que supone un 2 % del incremento total de capacidad renovable para ese lapso de tiempo.
Según el análisis, la nueva capacidad se dividirá a partes iguales entre fotovoltaica y eólica terrestre, aunque los porcentajes regionales variarán en función de la disponibilidad de recursos.
Por ejemplo, la energía solar fotovoltaica representará la mayor parte del crecimiento en Oriente Medio y el Norte de África, mientras que en América Latina se espera que la mayor parte de proyectos que involucren electrolizadores se lleve a cabo con parques eólicos on-shore en Chile.
Dados sus largos plazos de ejecución, los proyectos eólicos marinos representarán menos del 1 % de la nueva capacidad renovable construida para plantas de electrolizadores entre 2022 y 2027.
China apuesta fuerte por el hidrógeno
La portada del análisis 2022 sobre energías renovables de la Agencia Internacional de la Energía. / IEA
De acuerdo con el análisis de la IEA, el país asiático desplegará más de 18 GW de renovables para 2027, en línea con los objetivos del Gobierno central para descarbonizar la industria y el transporte, unido a una potente política nacional de fabricación industrial de electrolizadores.
En cuanto a Europa, se prevé que genere 7 GW de potencia renovable dedicada a la producción de hidrógeno para 2027, en línea con los objetivos de descarbonización marcados por la Comisión Europea y como solución para reforzar la seguridad energética del continente.
Por otro lado, Estados Unidos registrará un aumento de 4 GW en el periodo analizado, gracias a las políticas de descarbonización llevadas a cabo por la administración.
En cuanto a las regiones a Asia-Pacífico (excluyendo China), Latinoamérica, Oriente Medio y el Norte de África, se prevé que alcancen una potencia combinada de 19 GW, liderados por Australia, Chile, Omán y Arabia Saudí.
España liderará la producción europea
Según el análisis, España tiene el potencial de convertirse el mayor productor —y exportador— europeo (con un 51% sobre el total del continente) gracias a la fuerte apuesta del país por el hidrógeno verde. Le siguen Alemania, Suecia, Dinamarca y los Países Bajos.
En España, la importancia de la producción de hidrógeno a partir de fuentes renovables está recogida en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que lo sitúa como herramienta para aprovechar el excedente de electricidad renovable y como medio para lograr la descarbonización de la industria y el transporte.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) también ha aprobado una “Hoja de Ruta del Hidrógeno” que incluye 60 medidas para apoyar el desarrollo de las tecnologías del hidrógeno, y establecer un mercado para la producción, almacenamiento, distribución y uso de este vector energético.
El documento también incluye medidas reguladoras transversales y sectoriales para diferentes componentes de la cadena de valor del hidrógeno, con el objetivo de proporcionar un marco legislativo para el fomento de la investigación y el desarrollo en este campo.
En enero de 2022 se puso en marcha un consorcio denominado Red Española del Hidrógeno (Proyecto SHYNE) con el objetivo de desarrollar iniciativas de hidrógeno verde en 12 comunidades autónomas con una inversión conjunta de 3.230 millones de euros.
En cuanto a la producción, en la actualidad España tiene la capacidad de generar 600.000 toneladas de hidrógeno verde, y pretende aumentar su capacidad de electrolizadores hasta 600 MW en 2024 con el propósito de llegar a producir al menos 4 GW en 2030.